Erase una vez Pepito llegó borracho a su casa gritando, buscando a su mamá que estaba en el segundo piso de su casa, y gritaba:
¡Mamá, mamá!
Entonces salió un hermano y dijo:
Pepito baja la voz que ella está dormida.
Y él respondió:
Bájala vos que ella pesa mucho.