Eran dos compadres campesinos, uno era rico porque tenía 3 burros y el otro no tenía ninguno. Un día se le ocurrió robarle un burro a su compadre y dijo, si se lo robo le van a quedar dos. Entonces el compadre al caer la noche le roba el burro y lo mete en su corral. Al día siguiente el otro compadre le dice al que le robó el burro:

Compadre, me robaron un burro, pero ya sé lo que voy hacer, dijo en un tono enojado.

Entonces, el otro muy asustado por las palabras del enojado compadre se dijo a si mismo, le voy a regresar el burro porque talvez piensa matar al que se lo robó. Entonces el compadre le devuelve el burro al corral. Al día siguiente el compadre le dijo con tono de felicidad:

Compadre, ya me devolvieron el burro.

Y al compadre se le ocurre preguntarle:

Oiga compadre, ¿y qué pensaba hacer si no encontraba al burro?

Y el otro compadre le contestó:

¡Pues vender la silla, compadre!

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