Eran dos atlantes que querían robar unos patos de una granja, para esto uno de ellos tuvo que ayudar al otro para brincar al otro lado, cae encima de un pato; este empieza a gritar:
¡Cua! ¡Cua! ¡Cua!
Y el otro tipo le contesta:
El que sea, ¡Pero apúrate!