Era una vez una familia tan pobre, pero tan pobre que tenía un pollito y para que no se muriese de hambre lo mandaron a la casa de los vecinos, entonces el papá de la familia le pregunta por la pared al pollito:
¡Pollito! ¿Cómo está eso allá?
El pollito responde:
¡Pior, pior, pior!