Era una vez un señor que tenía un perro y se lo quería vender a su compadre y le dice:
Compadre, este perro es muy inteligente.
No le haga compadre.
Sí, mire.
Y le dice al perro:
Firulais, ve al lago a ver si hay patos.
Después de 5 minutos vuelve el perro.
Firulais, ¿Cuántos hay?
Y dice el perro:
¡Guau, guau!
¿Ve compadre? ¡Hay dos patos!
Entonces el compadre compra al perro.
Firulais, ve a ver cuántos patos hay en el lago.
Dspués de rato el perro vuelve con un tronco, el señor muy enojado agarra su
escopeta y mata al perro y va con el compadre y le dice:
Compadre, ¿No que era muy inteligente su perro? Lo mandé a ver cuántos patos había y sólo me trajo un tronco y de puro coraje lo maté.
¡Cómo compadre, le quería decir que había un tronco de patos!