Era una vez un señor que llamó a una casa y le contestó un niño.
¿Alo?
Alo.
¿Se encuentra tu mamá?
No, mi mamá no se encuentra.
¿Y tu papá?
¡Tampoco!
¿Con quién estás?
Con mi hermano.
¡Pásamelo!
Pasado unos minutos el niño vuelve a tomar el teléfono.
¿Alo?
¿Qué pasó?
Es que mi hermano no puede hablar con usted.
¿Por qué?
¡Porque no lo pude sacar de la cuna!