Era una vez niño que quería cambiarse el nombre, entonces fue a donde cambiaban el nombre y le dice al señor:
Vengo a cambiarme el nombre.
¿Por qué?, le dice el señor.
¡Porque no me gusta el mío!
Ah, ¿y cómo te llamas?
Yo me llamo Etor.
¿Y por cuál nombre te lo quieres cambiar?
Por Vitor.