Chiste Número #3443

Era un hombre que estaba tan, pero tan, obstinado de la vida, que en un momento de desesperación dice:

¡Le vendo mi alma al diablo!

En ese momento se estremece la tierra y se abre un enorme hoyo en el suelo, y sale un diablito pequeño y dice:

¡Manda a decir mi papá, que no tiene plata!