Era un atlante que fue de visita a México y vio un edificio muy grande y se puso a contar los pisos que tenía, cuando dos mexicanos se le acercan y le preguntan:

Oiga señor, ¿qué hace?

Y le contesta:

Contando los pisos de este edificio.

Entonces los hombres le dicen:

Pues, ¿no conoce usted las leyes de México?

No, le contesta, ¿por qué?

Porque una ley dice que por cada piso que cuente, debe pagar un peso.

¿Sí? pregunta el atlante.

A ver, ¿cuántos contó?, le preguntan.

No, pues, 36 pisos contesta el atlante.

Entonces son 36 pesos.

Ya se los paga y se van cada quien por su lado, después el atlante piensa, los hice pendejos, ¡conté 38!

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