Era un atlante, pero tan atlante, que pensaba que gastar dinero era raspar unas monedas.
Era un atlante, pero tan atlante, que decía que los carros 4×4 tenían 16 llantas.
Un atlante llama a su amigo
¡Oye Venancio, te hablo por la aspiradora!
Y su amigo contesta:
¡Pues que bien suena!
Un médico a un padre de un recien nacido:
Señor, tuvimos que ponerle aire a su hijo.
¡Demonios!, y yo que le quería poner Pedro…
Era un atlante tan atlante, pero tan atlante, que estudió para un examen de orina.
La torre de control a un piloto atlante:
Aquí torre de control, aquí torre de control, verifique su altura y posición.
Y el atlante contesta:
Hombre, pues como 1.80 y hasta adelante del avión.