Chiste Número #79

En una ciudad pequeña, un agente de tráfico detuvo a un joven conductor que iba a gran velocidad por la calle principal. El joven empezó a protestar:

Señor agente, déjeme que le explique.

¡Silencio! Lo retendré hasta que regrese mi jefe.

El muchacho insistía:

Pero señor oficial, escúcheme, tengo prisa.

El agente replicó:

¡Cállese! ¡Ahora mismo, a la cárcel!

varias horas después, el guardia fue a ver al detenido y le dijo:

Ha tenido usted suerte, el jefe asiste a la boda de su hija, cuando regrese estará de buen humor y seguro que le perdona.

No esté tan seguro, replicó el joven, ¡Yo soy el novio!