En una bodega llega un niño y le pregunta al bodeguero:
Señor, ¿Tiene café?
El señor le responde que sí.
El niño responde:
Entonces, deme un kilo de espaguetis.
Al otro día regresa el niño y pregunta:
¿Tiene azúcar?
El señor responde que sí.
Entonces, deme una lata de atún.
Y todos los días era el mismo cuento, venía el chico, preguntaba por una cosa y llevaba otra.
Hasta que un día el bodeguero se enojó y le dijo:
No le pienso vender más a usted ni a su familia, el niño va a su casa y le cuenta a su papá lo que el señor le dijo, y el papá todo preocupado se dirige a la bodega.
Señor, ¿Qué es lo que pasa?
Y el bodeguero le contó el caso, el papá dice:
Tiene usted toda la razón, ese hijo mío que no se compone, pero no se preocupe ahora mismo voy a la casa me quito el zapato y le doy con la correa.