En un fuerte dos soldados están esperando a los indios. El de abajo le dice al de arriba:

¿Soldado, vienen los indios?

Sí, pero los veo pequeños, dice el soldado.

Al cabo de media hora:

¿Soldado, vienen los indios?

Sí, pero los veo medianos.

Al cabo de tres horas:

¿Soldado, vienen los indios?

Sí, y están en la puerta.

Pues, ¡Mátelos!

No puedo.

¿Por qué?

Porque los conozco desde «pequeñitos».

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