En el patio de butacas de un teatro, hay un atlante sentado ocupando cinco sitios:

Las piernas en alto, apoyadas en los asientos de adelante, los brazos extendidos en los asientos del lado. Un acomodador se le acerca, le ilumina con la linterna y le dice con voz sarcástica:

¡Que! ¿Está cómodo?

El atlante le responde:

¡Que cómodo, ni que cómodo, bandarra! ¡Llame a una ambulancia, que me he caído del palco!

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