El teniente llama a dos soldados, y les ordena medir el asta para comprar la soga de la bandera pues se acercaban las fiestas patrias, y había que instalarla. Los soldados obedientes parten a cumplir la orden, en eso se percatan que no tienen escala para efectuar la medición, entonces un soldado le dice al otro:
Saquemos el asta y la medimos en el suelo.
Cuando estaban ejecutando la operación, pasa el teniente y les dice:
¿Qué están haciendo, imbéciles?
Bueno, estamos midiendo el asta mi teniente.
Idiotas, les dice el teniente, al coronel le interesa saber el alto del asta y no el largo.