Un señor en su lecho de muerte manda a llamar a sus tres hijos y les dice:
Héctor, a tí te dejo los departamentos periféricos. Juan a tí te dejo todos los departamentos de la Constitución. Pedro, a tí te dejo los de la calle Revolución.
En eso un amigo le pregunta:
Oye, yo no sabía que tu papá tenía tantas propiedades.
Y le reponden:
¡Era lechero!