Está un famoso compositor de música con su editor de la casa que le publica sus obras. El compositor toma un manuscrito pautado, lo entrega al editor y comenta:
Esta canción de cuna me tardé más de quince años en terminarla.
¿Ah, sí?, responde el editor.
Pues, ¿Es muy larga, o muy complicada?
No, es que cada vez que la repasaba para ver dónde me había quedado, me quedaba dormido.