Es un pelao que se va a cortar el poco pelo que tiene, y que va con unos auriculares puestos. Cuando llega a la peluquería, la peluquera le dice que se quite los cascos, ya que sino no puede cortarle el pelo. Pero él le contesta que no, que su mamá le ha dicho que si se quita los cascos se muere. Entonces, la peluquera le insiste en que se saque los cascos, que no le va a pasar nada, y que sino, no le puede cortar el pelo. Después de un rato de discusión, el pelao se quita los cascos, y seguidamente se muere. Entonces, la peluquera asustada y arrepentida de decirle que se sacara los cascos, decide mirar qué es lo que escuchaba que era tan importante para la vida de un pelao, y oyó:
Inspira, expira, inspira, expira…