Hay un tipo que está obsesionado a lanzarse en paracaídas y se decide acudir a una agencia de paracaidismo. Le dice al encargado:
Señor, quiero lanzarme en paracaídas.
Y el encargado le contesta:
Señor, esta agencia está a punto de cerrar por los múltiples accidentes.
Y el tipo le contesta entusiasmado:
No importa, me urge vivir la experiencia aunque sea al último en aventarme.
Al conocer al instructor era demasiado tonto y este le da las indicaciones para que se aviente del avión, y al fin se avienta, pero al jalar el cable se da cuenta que no abre el paracaídas y el tipo asustado ve que un fulano viene en el aire pero de abajo hacia arriba y le alcanza a preguntar:
¿Oye, sabes como se abre un paracaídas?
No, yo no supe ni prender el gas.