Eran unos trillizos que habían nacido y ya acostaditos en su cuna el primero despierta, levanta su cobija y mira hacia abajo, despierta a su hermano que dormía a un lado de él y le dice:
Ps, ps, despierta, fíjate que yo soy un niño.
El bebito lo escucha y dice:
Déjame ver que soy yo.
Levanta la cobijita, mira abajo y le dice:
Uuauu yo soy una niña.
Los dos despiertan al tercero y le preguntan:
¿Tu qué eres?
El bebito levanta su cobija para mirarse y les contesta:
No sé que soy.
Pero cómo que no sabes, fíjate bien, levanta bien la cobija. Mira de nuevo y dice:
No lo sé, y llora por tener la gran duda.
¿Pues por qué no sabes?, preguntan los bebes.
Es que mis zapatitos son amarillos.