Se escapan dos locos de una clínica psiquiátrica. En su huida llegan a una estación de tren y suben al tren contentos de su buena suerte; Resulta que aquel tren llevaba una compañía de marina de maniobras y al ver tanto marino le dice uno a otro:
-Oye loco, esto no es un tren, ¡esto es un barco!.-
El otro dice:
-Vamos a tirarnos al agua antes de que zarpe.-
Y se tira. El que está aún en el tren le pregunta:
-¿Cómo está el agua?-
Y contesta el otro desde el suelo del anden:
-¡Tírate por el otro lado que por aquí hay muchas rocas!-