En una montaña vivían dos personas con lagunas mentales, cada una en diferente cabaña. Un día uno fue a visitar al otro, ellos no se llamaban el uno al otro por su nombre siempre usaban el sinónimo de locos, llega uno y toca la puerta.
De pronto el que está adentro le contesta:
No estoy.
Y se vuelve a repetir la acción y el otro le contesta:
No estoy, loco, no estoy.
Y luego le dice el que estaba tocando:
Que mala suerte tiene este loco, yo que le traía $300.
Y le dice, el otro de adentro que supuestamente no estaba, déjame ir a buscarme a lo mejor me encuentro.
Y al momento llega el otro y dice:
Ya regresé, acá estaba, lo que pasa es que no me había visto, pero ya me encontré.
Y luego dice el otro:
Uff, hasta ahora tu regresas, pero yo ya me fui.