En un manicomio en el que una banda de puros locos se suben a una mata de mango que está en el patio trasero, y el psiquiatra de guardia no hallaba qué hacer para bajarlos de ese árbol sin que se lastimaran. En una de esas llega uno de los locos y le dice al doctor:
Ya va a ver como los hago bajar, y le demuestro quién de ellos es mentalmente sano.
Y el médico maravillado y asombrado le dice al loco:
Está bien, hazlo.
Y el loco se para al lado de la mata de mangos y grita:
¿Qué les pasa a los mangos maduros que no caen?
Y en eso se tiran una chorrera de locos y se desmadran con tal caída. Pero en el árbol quedan dos locos, y el loco que estaba abajo le dice al médico:
vio, vio, que no es mentira lo que yo le digo, ellos son sanos.
Y el médico al ver esta situación le pregunta a los locos desde abajo:
¿Y esos que no se lanzaron?
Y los locos trepados contestan:
Lo que pasa es que todavía no estamos maduros.