Jaimito estaba andando en bicicleta cuando pasa por frente de la iglesia, en eso lo alcanza a ver el cura del barrio y le dice:
Ven Jaimito, hace mucho que no vienes a la iglesia, vamos a rezar un «Padre Nuestro».
Jaimito con cara de preocupación le contesta:
No padre, no puedo, me van a robar la bicicleta.
El padre lo toma de la mano y le dice:
Pasa hijo, el Espíritu Santo te cuida la bicicleta.
Una vez terminado el «Padre Nuestro», Jaimito dice:
En el nombre del Padre, del Hijo, amén.
El cura lo mira y le dice:
No Jaimito, ¿ya te has olvidado de orar?, a ver, repítelo de nuevo.
En el nombre del Padre, del Hijo, amen.
Nooooo, dice desesperado el cura al ver que Jaimito insistía con lo mismo.
Dices en el nombre del padre, del Hijo, Amén, ¿y el Espiritu Santo?
A lo que Jaimito lo mira intrigado y responde:
¿Ya se olvidó que me está cuidando la bicicleta?