Iba un borrachito a una cantina. Al entrar le dice al cantinero:
Deme una botella para mí, una para usted, y otra para todos los que estén aquí.
El cantinero se las da, y al terminar le pide la cuenta, el borracho contesta:
Ahorita no traigo dinero.
Por lo que lo saca a golpes. Al día siguiente vuelve a ir y dice:
Dame una botella para mí, una para usted, y otra para todos los que estén aquí.
El cantinero se las da, y al terminar le pide la cuenta, el cantinero le cobra la cuenta y el borrachito contesta:
Se me olvidó traer el dinero.
Por lo que otra vez el cantinero la saca a patadas.
Al tercer día el borrachito vuelve a la cantina y le pide al cantinero:
Dame una botella para mí, y otra para todos los que estén aquí.
El cantinero le pregunta:
¿Y a mí por qué no me mencionó?
Porque usted es bien violento cuando toma.