Estaban dos atlantes platicando y uno le dice al otro:

Oye Venancio, ¿por qué estabas ayer tan triste y hoy estas tan feliz?

Y le contesta:

Porque ayer me llegó una carta diciendo que mi mamá estaba muerta, pero de buenas se equivocaron, no era para mí sino que era para mi hermano.

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