Este era un granjero que tenía una gran plantación en las llanuras de Castilla. Un día va a la plantación y ve que tiene media cosecha destrozada por culpa de un topo. Se pasa días y noches buscando al topo que poco a poco le va destrozando la cosecha, entonces como ve que no lo puede encontrar, coge las páginas amarillas y llama a un «cazador de topos». Luego llega el cazador de topos y le dice el granjero:

Bueno, yo te pago lo que quieras, pero tú me encuentras el topo y lo matas, pero que muera sufriendo, eh!, que muera sufriendo a más no poder.

El cazador de topos se prepara a lo Rambo y sale en busca del topo al cual encuentra. Vuelve a hablar con el granjero y le dice:

Ya he encontrado el topo.

¡Muy bien! Lo has hecho sufrir, ya te he dicho que quería que sufriera mucho.

Sí.

¿Qué castigo le has hecho para que sufriera?

¡El peor sufrimiento de todos, le he enterrado vivo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *