Están tres viejitos conversando alrededor de una mesa, en la casa del más viejo de ellos el cual tenía como 90 años, y que tenía muy mal humor. Entonces, los otros dos se ponen a conversar que tenían problemas de arteriosclerosis y muy mala memoria.
Compadre Luis, sabe que el otro día iba a la panadería y de repente aparecí en la farmacia, después me fui a la iglesia y aparecí en la parada del autobús.
Eso no es nada, yo iba al baño y aparecí en el cuarto orinando en la cama, iba a la sala y aparecía en el jardín.
En eso el más viejito, que los está oyendo, empieza a golpear la mesa y a decir:
De qué hablan ustedes viejos, están locos.
Y sigue golpeando la mesa mientras hablaba refunfuñando, y de pronto se para, los otros dos se le quedan mirando y le preguntan:
¿Adónde vas?
Y éste responde:
¡No ves que están tocando la puerta!