Viene Pepito por la calle de su vecindario y toca el timbre en la casa de Andresito. Le abre la puerta la mamá y le dice a Pepito:
Hola Pepito, ¿cómo estás?
Bien gracias, mire ¿será que Andresito puede salir a jugar?
No, no puede salir porque está castigado.
Y en eso pregunta Pepito:
¿Y será que su bicicleta también está castigada?