Desde que se enteró que su mamá iba a tener un hijo, un niño todos los días le decía a su maestra que iba tener un hermanito o una hermanita.

Un día su mamá le dijo al niño que se acercara para poder sentir que el bebe se movía dentro de su estómago, y el niño se sorprendió muchísimo, y desde ese día no paró de comentar a su maestra lo de su hermanita o hermanito.

Un día la maestra le pregunta al niño:

¿Y qué pasó con tu hermanito que esperaban en tu casa?

Y el niño se puso a llorar y le confesó:

¡Creo que mi mamá se lo comió!

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