Había una vez un padre cansado del mal comportamiento del hijo y le dijo:
Prepara tu maleta que te vas una semana para la casa de tu abuelo, ya que papá era muy estricto conmigo cuando chico.
A la semana siguiente el padre va a buscar a su hijo y le pregunta como te fue, el niño contesta:
Bien, bien.
Con lo travieso que eres tu y lo jodido que es el abuelo, dime que hacían todos los días. El niño contesta:
El abuelo me llevaba todos los días al centro del lago, me dejaba allí y él regresaba en el bote.
Con razón, si debes estar cansado de tanto nadar, dice el padre.
No papá, contesta el niño, si la nadada no era nada, lo difícil era salir del saco.