Un niño y su padre van pasando frente a una iglesia, y hay una pareja casándose.
El niño le dice al padre: ¡Que dichosos, ahora podrán hacer lo que siempre han deseado!
Y el padre le pregunta angustiado: ¿A qué te refieres, hijo…?
Y el niño dice: a que ahora podrán pelearse a almohadazos.