Había una vez dos niños uno pobre y uno rico. Era época de navidad, y el niño rico recibió muchos juguetes. El niño rico le preguntó al pobre:

¿Y a tí que te trajo Santa?

Un topoto, le contestó el niño.

¿Qué es eso?, preguntó el niño rico.

No te puedo decir, le contestó.

Horas después el niño rico va con su papá y le dice:

Papá, papá, quiero un topoto.

¿Qué eso?, preguntó el papá.

El niño le contesta:

No sé, pero mi amigo lo tiene y no me dijo lo que era.

El papá va con el niño pobre y le dice:

Te doy todo lo que recibió mi hijo si me enseñas tu «topoto».

Está bien, pero primero traiga los juguetes, contesta el niño pobre.

15 minutos después llega el señor con los juguetes y le dice al niño pobre:

Aquí están los juguetes, ahora ve por tu mentado topoto.

El niño le contesta:

Esta bien, ahorita voy por mi «topoto».

El niño se va caminando y se mete al baño, agarra el tubito de cartón del rollo de papel, camina hacia afuera y le dice al papá y al niño rico:

Aquí está, esto es un topoto.

El señor le contesta:

¡Eso es un tubo de cartón!

Deje, le muestro, dijo el niño pobre, y se puso el tubo en la boca y empezó a cantar:

To-po-to-,topo-to-topo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *