Resulta que un borrachito regresaba a su casa después de estar hasta altas horas de la mañana, y se topa con un policía en el camino, y le pregunta:
Disculpe que lo moleste, pero me puede decir, ¿cuántos golpes tengo en la frente?
El policía responde:
Ya tienes tres golpes.
Y le borrachito dice:
Entonces, me faltan dos postes para llegar a mi casa.