Iban 2 borrachitos en un carro y de pronto le dice uno al otro:
– Llévame para aquel barcito «La perla milagrosa».
Entonces, al otro día se levantan en el hospital todos vendados, y aporreados y uno le dice al otro:
– ¡Ahí no decía «La perla milagrosa», sino la «Curva peligrosa»!