Entran unos policías a un bar y preguntan: ¿Quién aquí es Pedro Gonzáles? Y sale un borracho y dice: Yo soy Pedro González. Entonces los policías lo cogen y lo llevan a la cárcel, le dan una paliza y lo dejan encerrado. Al otro día se levanta el borracho y les dice: ¡Ja!, los engañé, yo no me llamo Pedro Gonzáles.