Dos Atlantes deciden poner una zapatería, y averiguan que los mejores zapatos son los de cocodrilo. Entonces, alquilan un gran bote y se van a cazar cocodrilos. Después de haber cazado más de 50, uno de los atlantes muy molesto le dice al otro:
Mira, Pedro, si el próximo cocodrilo que chapamos no tiene ZAPATOS, para mí se acabó la cacería.