En un lugar muy lejano construyeron una carretera y hacían falta tres personas que pintaran la línea del medio, y los arquitectos decidieron poner un letrero que decía:
Se contratan tres pintores, buen pago, informes aquí.
Y al otro día casi medio pueblo estaba ahí y terminaron contratando a unos atlantes.
Una semana después les entregaron las brochas y la pintura y empezaron a pintar y les dijeron que les pagaban el sábado. El lunes pintaron diez millas, el martes seis millas, el miércoles cuatro millas, el jueves dos millas, y el viernes sólo cien metros. El sábado fueron con los arquitectos por su dinero, y los arquitectos les dijeron:
Empezaron muy bien el lunes pintando diez millas, y el martes seis. Lo que nos preguntamos es qué pasó después.
Y los atlantes contestaron:
Lo que pasó es que cada vez quedaba más lejos la pintura.