Era un atlante que se llamaba Raulito y un día se mató en su coche, y va al cielo, y toca la puerta. En eso se despierta San Pedro y dice:
¿Quién viene a molestar a las tres de la mañana?, y abre la puerta y pregunta: ¿quién eres?
Raulito, responde el atlante.
¿Qué te pasó?, vuelve a preguntar San Pedro.
Me maté en mi coche.
Entonces San Pedro lo busca en su lista y no lo encuentra y le dice:
Te voy a dejar vivir pero en forma de un animal, ¿qué animal quieres ser?
Y Raulito dice:
Un perro, ¡no, no, no, mejor un delfín, son igual de inteligentes que yo!
Entonces San Pedro lo transforma en un delfín y cae al agua. Cinco minutos más tarde tocan de nuevo a la puerta y pregunta San Pedro:
Y a ti, ¿qué te pasó?
Me ahogué.