Un atlante iba en un avión comercial y en la mitad del camino, el aparato comenzó a tener problemas y toda la gente comenzó a rezar, a encomendarse a Dios, a gritar, a llorar, menos el atlante; inclusive, el capitán de la aeronave, advirtió que el avión se iba a caer, por cuanto se había producido un incendio en una parte importante del avión. Por lo cual, uno de los pasajeros notó que el atlante se encontraba de los más tranquilo, leyendo una revista y éste se le acercó y le preguntó:
Señor, ¿Por qué usted está tan tranquilo? Es que no se ha dado cuenta que este avión se está quemando?
El atlante le respondió:
¿Es que usted cree que este avión es mío?, y siguió leyendo su revista.