Iba una vez un atlante cruzando una calle de mucho tránsito, y cuando va por la mitad, ve que viene un coche a toda velocidad y le toca la bocina, y cuando intenta frenar ya es demasiado tarde y atropella al atlante, quien cae como a 20 metros adelante, todo ensangrentado y golpeado, enseguida se baja el conductor y le dice:

No se preocupe buen hombre, no tarda en venir la cruz roja.

Y el atlante le responde:

¿La cruz roja? ¡Otra vez no, si ya doné sangre ayer!

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