Era un día de fiesta en la selva, y los animales estaban reunidos divirtiéndose, cuando de repente se acabó el licor. Todos discutían quién iría a comprar más licor. Pero ninguno quería ir. Decidieron enviar a una torguita que estaba en la fiesta. Le preguntaron a la tortuguita si quería ir y ella aceptó encantada:

Está bien, yo voy.

Pasó el tiempo y los animales siguieron bailando, cuando de repente ven el reloj y ya había pasado una hora desde que habían mandado a la tortuguita, y empezaron a comentar entre ellos mismos:

Yo no sé quién inventó mandar a esa tortuga, si ella es muy lenta.

Hubiera ido yo, mejor, decía otro.

Y así, todos se quejaban de la tortuga. Cuando de repente aparece la tortuguita y los escuchó murmurando y les dice:

¡Con que hablando de mí, no, ahora no voy!

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