Había una vez unas hormiguitas que estaban cansadas que un elefante les rompiera el hormiguero, cuando éste se acercaba a una planta para comer. Entonces, las hormigas se pusieron de acuerdo, la próxima vez que venga el elefante, nos subimos arriba de la planta y nos tiramos encima de él y lo picamos todo. Así sucedió, vino el elefante y las hormiguitas se subieron a la planta y se le tiraron encima y lo empezaron a picar. El elefante comenzó a sacudirse y se cayeron todas las hormigas, salvo una que quedó enganchada del cuello. Entonces, las otras hormiguitas le gritaban desde abajo:

¡Ahórcalo! ¡Ahórcalo!

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