Un día a la madrugada el cuidador de una estancia llama a su patrón y le dice señor: Se murió su lorito.

-¿Cual? ¿El que yo había invertido millones?-

– Sí, ese-

– ¿Y de que se murió?-

– Se empachó con carne de caballo-

– Y ¿quien le dio carne de caballo?-

– La agarró de los caballos muertos del piso-

– Y ¿por qué había caballos muertos?-

– Se murieron de tirar de la llave de agua-

– Y ¿para qué tiraban de la llave de agua?-

– Para apagar el incendio-

– ¿Qué incendio?-

– El de su casa-

– ¿Por qué estaba incendiada mi casa?-

– Porque se calló una vela del funeral de su madre-

– Pero si mi madre está viva-

– No, pasa que hace 3 horas vino acá y pensé que era un ladrón y le disparé-

-¡No!, ¡Asesino!, ¡Andate de aquí!

– Bueno, pero ¿por qué tanto escándalo por un lorito estúpido?

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