Habían cinco tortugas que se fueron a un picnic, cuando iban a empezar a comer, notan que no habían traido el abridor de latas y sólo tenían latas de conserva, entonces una de ellas dice:

Bueno, hagamos un trato, yo iré por el abridor, pero me prometen que no van a tocar nada hasta que yo regresé, ¿Entendido?

Sí, dicen las tortugas.

Pasa un año, dos años, tres, cuatro, diez años, etc, y nada que se aparece la tortuga.

Una de ellas dice:

Yo ya no aguantó más el hambre, empecemos a ver cómo abrimos las latas.

Y cuando empiezan a comer, la tortuga que estaba detrás de un árbol sale y dice:

¡Yo sabía, yo sabía que no me iban a esperar!

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