Dos ratoncitos que salen borrachos de un bar y al llegar a la esquina viene un camión de carga y de repente uno le dice al otro:
¡Ah que yo paro ese camión!
El otro ratoncito asombrado y asustado le dice:
¿Estas loco?
Pero aún así el ratoncito, muy borracho por cierto, se lanza al medio de la calle y coloca sus dos manitas al frente como para aguantar al camión y le grita a su amigo, aún en la acera:
Ya veras que lo voy a detener.
En eso el conductor del camión siente un golpe fuerte debajo del camión y es un neumático que se desinfla, de repente comienzan las maniobras para detener el camión hasta que lo logra y justo al detenerse la rueda delantera queda en las manitas del ratoncito quien le grita a su compañero en la acera:
¡Yo si soy fuerte! ¿Verdad?
En eso el conductor del camión se baja y revisa los cauchos y luego de ubicar el problema se queja de su mala suerte y menciona que tendrá que sacar el gato a lo que el ratoncito, que está deteniendo el camión, le responde:
¡No, no! ¡Si sacas al gato te volteo el camión!