Había una vez un lorito que le encantaba comer arroz. Un día, la dueña del loro iba a hacer compras, y antes de salir le dijo:

¡Cuidadito, no te comas el arroz que dejé en la nevera.

Al salir, el lorito atrevido se comió el arroz que estaba en la nevera y le quedó un granito de arroz en el pico. Cuando la señora regresó enseguida se dio cuenta que el arroz ya no estaba en la nevera y gritó:

¿Quién se comió el arroz?

¡Yo no!, respondió el lorito.

Y, ¿Qué es la cosita blanca que tienes en el pico?

¡Respete, que eso es un diente encaramado!

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