Era una vez en que dos ratitas viajaban en un automóvil que recién habían comprado, muy presumidas recorrían todo tipo de lugares y a muy alta velocidad. Ellas iban de lo mejor y se les pinchó un neumático, entonces la ratita que conducía le dice a la otra:
¿Por qué no te bajas y sacas la gata de la capota trasera?
Con espanto contesta enseguida la otra ratita:
¡Y por qué no vas tú mejor?